La flexibilidad de las piernas
PRESTA ATENCIÓN A TUS PIERNAS
Mientras que sigamos teniendo el estilo de vida que promueve nuestra sociedad actual es necesario que dediquemos parte de nuestro tiempo a contrarrestar los efectos que esto tiene sobre el cuerpo, es decir, que nuestro trabajo o a lo que dediquemos la mayor parte de nuestro día a día está condicionando nuestra movilidad y por lo tanto, nuestra salud.
Honestamente sabemos que todos necesitamos la vida que llevamos. Al menos la mayoría de ella. A veces nuestra rutina trata de pasar sentados 8 horas diarias frente a una pantalla, largos caminos sentados en medios de transporte, muchas horas de pie en el trabajo, o cargando a nuestros hijos. Podemos hacer pequeños cambios y nuestra vida mejorará pero todo debe ser paulatino, de forma gradual y dándonos tiempo.
El mayor malestar general de nuestra sociedad es el dolor de espalda. Por suerte si ponemos tan solo un poco de atención a ello tendremos grandes soluciones en nuestra propia mano.
Así que, ¿por qué no ponernos a ello?
Estar sentados mucho tiempo hace que los isquiotibiales se pierdan de nuestro mapa corporal. Hemos pasado una situación mundial de estar muchas horas sin movernos por largas temporadas… Nuestro compromiso es contrarrestar esa falta de movilidad. Te propongo la práctica de yoga, que puedes realizar en cualquier lugar en el que te encuentres a la hora que puedas.
Las prácticas de Yoga casi siempre necesitan una musculatura que esté despierta en la parte trasera del cuerpo. Hace falta que en muchas de las posturas nuestros isquiotibiales o nuestra espalda sea capaz de activarse y relajarse según lo necesitemos.
Los isquiotibiales y la espalda se relacionan estrechamente, ya que la capacidad de los isquiotibiales en conjunto con los glúteos para ayudar en la estabilización de la pelvis influirá en la salud de nuestra zona lumbar y articulación sacroilíaca.
Los isquiotibiales son un grupo muscular que se adormecen al estar sentados largos ratos.
Si nos ponemos a estirar sin sentido ni cuidado, no vamos a lograr avanzar y seguiremos con dolor, compensando con otras partes del cuerpo que asumirán más tensión. En este caso, la pelvis y la parte baja de la espalda.
Si mi musculatura está tensa y desconectada, ¿qué puedo hacer?
Básicamente, mueve tu cuerpo. El Yoga es muy buena opción, ya que es una buena forma de hacer que despierte tu musculatura y así entenderá cuando debe activarse o relajarse según el movimiento lo requiera.
Te recomiendo que empieces con algo básico como el Saludo al Sol, en el que flexibilizamos la parte posterior de las piernas y además flexibilizamos la columna hacia delante y hacia atrás. De esta forma sumas años de vida, como se suele decir: “la edad se mide por la flexibilidad de la columna vertebral”.
Como consejo te recomiendo: priorizar siempre la calidad del movimiento en vez de la grandeza del movimiento.
